Ibiza no es solo un destino de fiesta, es un mosaico de paisajes, cultura y experiencias. Desde sus aguas turquesa hasta su historia milenaria, cada rincón te invita a vivir el Mediterráneo en estado puro.

Una isla con alma mediterránea

Con más de 300 días de sol al año, Ibiza se disfruta en cualquier temporada. Los campos de almendros en flor en primavera, sus calas escondidas en verano o las rutas entre pinares en otoño son solo el comienzo de lo que la isla ofrece.

Patrimonio de la Humanidad

Explora Dalt Vila, la ciudad amurallada declarada Patrimonio de la Humanidad, y descubre la riqueza arqueológica en el poblado fenicio de Sa Caleta o la necrópolis de Puig des Molins. Y bajo el mar, las praderas de posidonia oceánica garantizan la pureza de sus aguas.

Gastronomía que conquista

Desde el famoso bullit de peix hasta la sobrasada ibicenca o el dulce flaó, la isla es un paraíso para los amantes de la buena mesa. No dejes de visitar los mercadillos gastronómicos y llevarte productos locales como la sal de Ibiza o las hierbas ibicencas.

Planes imprescindibles

• Perderte en el encanto de Santa Eulària y su ambiente hippy.
• Ver el atardecer en Sant Antoni con música chill-out.
• Visitar Es Vedrà y sentir su energía única.
• Comprar moda Adlib en los mercadillos de Las Dalias y Punta Arabí.

Deportes y aventura

Paddle surf, kayak, buceo, rutas en bicicleta y senderismo son solo algunas de las opciones para quienes buscan un viaje activo. Además, cada año la isla acoge eventos deportivos como el Ibiza Marathon o la Vuelta a Ibiza en Mountain Bike.

Conexión con la naturaleza

El Parque Natural de Ses Salines y la Reserva de Es Vedrà son perfectos para observar aves, pasear al atardecer o simplemente disfrutar de la tranquilidad.